LA PACHOSOFIA
Es
importante para nosotros ir reconstruyendo nuestro camino después de quinientos
años de oscuridad, donde no podíamos decir nuestro pensamiento, época donde
prácticamente nuestro conocimiento no pudo salir a la luz.
Al final del siglo XX por los
años de 1992, empieza el nuevo tiempo, el inicio de quinientos años de luz,
donde todas las cosas que estaban ocultas salen a la luz, aparece como una
corriente en todo nuestro Aby Ayala, una corriente de luz, que nos comienza a
recordar nuestro paso en la búsqueda del Buen Vivir nuestro Sumak Kawsay.
Con estas palabras,
recordando que para nuestros abuelos (yayas), la palabra era sagrada, era ley,
lo que se decía, se hacía, no era menester hacer escrituras, desde siempre toda
nuestra tradición fue oral, es en los últimos tiempos que queremos perennizar
nuestro conocicierto para las nuevas generaciones a través de la escritura,
pero a veces no podemos traducir literalmente nuestros conociciertos, ya que en
el mundo andino las palabras tienen un significado profundo que a veces la
traducción no puede concordar con lo que se siente, decimos todo tiene vida,
nada muere, nada está vacío, somos seres cósmicos, llenos, libres y sanos, la
palabra tiene vida.
A lo largo del tiempo, (nuestro
tiempo no es lineal si no cíclico), siempre hemos tratado de vivir en armonía
y equilibrio, tan solo en los períodos de oscuridad parece como que
olvidáramos nuestras leyes y costumbres y tratamos de convivir de acuerdo al
paradigma existente.
PACHA es el espacio - tiempo, vida - cosmos.
Ayllu es la familia, la comunidad humana, es la naturaleza.
Es en este vínculo de
reciprocidad, de respeto, de cariño donde nos criamos y nos dejamos criar,
nuestra existencia está regida por la acción del sol y de la luna, la relación
siempre presente de lo masculino y lo femenino, la presencia del día y de la
noche, la luz y la oscuridad, es decir que existe una paridad en nuestra
existencia.
Es una práctica cotidiana de
acontecer la vida, de un fluir de la energía cósmica en nuestras vidas, de
acontecimientos, de fenómenos naturales: días de sol y días de lluvia, una agricultura
siempre ligada a la tierra (allpa mama), con la presencia de nuestros propios
ritos: espirituales y festivos, donde las kollas (plantas), nina
(fuego), yaku (agua), wayra (viento), allpa (tierra), Inti
Taita (luz solar), son seres que tienen vida y vida en abundancia para
todos los runas (seres humanos); cuando actuamos en armonía, cuando
interactuamos, celebramos la vida, aparece nuestra identidad cultural, que no
es mi apariencia física o el ponerme una ropa sino el saber sentir, el saber
pensar y saber actuar con lo más íntimo de mi ser lo más profundo de
mi yo - yo es más bien un sentir el yo - nosotros, porque somos comunidad,
somos relacionamiento, practicando nuestros relacionamiento, practicando
nuestra espiritualidad, con un respeto profundo a nuestra pacha mama
(naturaleza) un respeto profundo al taita wamani espiritu energético de
nuestras montañas, sintiéndonos en un vínculo constante con la energía
superior.
Hasta pronto.
Es
importante para nosotros ir reconstruyendo nuestro camino después de quinientos
años de oscuridad, donde no podíamos decir nuestro pensamiento, época donde
prácticamente nuestro conocimiento no pudo salir a la luz.
Al final del siglo XX por los
años de 1992, empieza el nuevo tiempo, el inicio de quinientos años de luz,
donde todas las cosas que estaban ocultas salen a la luz, aparece como una
corriente en todo nuestro Aby Ayala, una corriente de luz, que nos comienza a
recordar nuestro paso en la búsqueda del Buen Vivir nuestro Sumak Kawsay.
Con estas palabras,
recordando que para nuestros abuelos (yayas), la palabra era sagrada, era ley,
lo que se decía, se hacía, no era menester hacer escrituras, desde siempre toda
nuestra tradición fue oral, es en los últimos tiempos que queremos perennizar
nuestro conocicierto para las nuevas generaciones a través de la escritura,
pero a veces no podemos traducir literalmente nuestros conociciertos, ya que en
el mundo andino las palabras tienen un significado profundo que a veces la
traducción no puede concordar con lo que se siente, decimos todo tiene vida,
nada muere, nada está vacío, somos seres cósmicos, llenos, libres y sanos, la
palabra tiene vida.
A lo largo del tiempo, (nuestro
tiempo no es lineal si no cíclico), siempre hemos tratado de vivir en armonía
y equilibrio, tan solo en los períodos de oscuridad parece como que
olvidáramos nuestras leyes y costumbres y tratamos de convivir de acuerdo al
paradigma existente.
PACHA es el espacio - tiempo, vida - cosmos.
Ayllu es la familia, la comunidad humana, es la naturaleza.
Es en este vínculo de
reciprocidad, de respeto, de cariño donde nos criamos y nos dejamos criar,
nuestra existencia está regida por la acción del sol y de la luna, la relación
siempre presente de lo masculino y lo femenino, la presencia del día y de la
noche, la luz y la oscuridad, es decir que existe una paridad en nuestra
existencia.
Es una práctica cotidiana de
acontecer la vida, de un fluir de la energía cósmica en nuestras vidas, de
acontecimientos, de fenómenos naturales: días de sol y días de lluvia, una agricultura
siempre ligada a la tierra (allpa mama), con la presencia de nuestros propios
ritos: espirituales y festivos, donde las kollas (plantas), nina
(fuego), yaku (agua), wayra (viento), allpa (tierra), Inti
Taita (luz solar), son seres que tienen vida y vida en abundancia para
todos los runas (seres humanos); cuando actuamos en armonía, cuando
interactuamos, celebramos la vida, aparece nuestra identidad cultural, que no
es mi apariencia física o el ponerme una ropa sino el saber sentir, el saber
pensar y saber actuar con lo más íntimo de mi ser lo más profundo de
mi yo - yo es más bien un sentir el yo - nosotros, porque somos comunidad,
somos relacionamiento, practicando nuestros relacionamiento, practicando
nuestra espiritualidad, con un respeto profundo a nuestra pacha mama
(naturaleza) un respeto profundo al taita wamani espiritu energético de
nuestras montañas, sintiéndonos en un vínculo constante con la energía
superior.
Hasta pronto.
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