1 ene 2020


Algunas reflexiones producto del encuentro del 2 al 10 de septiembre del 2016

COSMOVISIÓN CRÍSTICA EN LA ÓPTICA DE LA COSMOVISIÓN ANDINA

El ser humano es la integración del Universo, es el reflejo de Dios, es la presencia de Dios en el Planeta. Gen, 3.

El Universo dentro de la Cosmovisión Andina, esta interligado por los tres mundos:

Hanan Pacha: Vibración, mundo de arriba, futuro, lo que acontecerá.
Kay pacha, presente, sonido y movimiento.
Uku Pacha, pasado, cuerpo físico.          

Pacha Kamak, Dios Padre, Dios cuidador, Dios que acontece, es el que es.

Pacha Mama, Madre Naturaleza la cual esta interligada por cuatro elementos:

Allpa: Tierra; Wayra, Aire; Yaku, agua; Nina, fuego.

RUNA: Ser humano, hombre – mujer; kary –warmy.

Tanto la Pacha Mama como el Runa son iguales, 30 % de minerales  y 70 % de agua; es decir tienen la misma composición.

Como es arriba es abajo es una ley universal.

Los científicos actuales dicen que la tierra está constituida de 70 % de agua y 30% de minerales parte sólida; y el cuerpo humano también tiene la misma relación.

Aquí viene la primera reflexión nosotros amamos a nuestra Pacha Mama, la reverenciamos porque todo en ella tiene vida, es esta parte que el mundo occidental no comprende y esa falta de entendimiento nos está llevando al caos y a la destrucción.

En la Cosmovisión Andina, decimos que la Pacha Mama tiene vida y puede generar vida; para nosotros la tierra, allpa, es la energía más antigua en la historia evolutiva de la tierra, porque es la energía que se asumió en millones de años luego de ser masa incandescente Nina, fuego, esta forma de energía llega hoy y siempre a nuestras manos como forma de curación, de sanación, de energetización, para ello según las regiones toma distintos nombres terapia de: barro, arcilla, lodo, limo, chocoto, etc.

Esta forma de energetización la hacemos en el ser humano, en los animales y en las plantas.

A lo largo de nuestra historia hemos tenido esta práctica desde los abuelos, de los abuelos de nuestros antepasados y que se ha pasado de generación en generación para curar las diferentes enfermedades o pérdidas de energía que hayamos tenido, sirve para curar, sanar, para aplicar en nuestro ser y al recibir los efectos en nuestro ser, recibir esa energía, es decir el don de la salud y pasar esa enseñanza a las nuevas generaciones se transforma en sabiduría.

Luego viene la cura con el Yaku, agua:
Warmy Yaku la traducción sería agua con energía femenina, agua caliente.
Kary Yaku agua con energía masculina, agua fría.

A lo largo y ancho de muestra madre tierra tenemos las diferentes fuentes de aguas que las conocemos ahora con el nombre de fuentes termales, que los científicos las han analizado y han descrito su composición químico – física, han realizados el estudio y análisis de la composición química, y nos han descrito sus propiedades curativas, que ya nosotros siglos antes las conocíamos y sabíamos para que se debía usar y como se debía usar, a esta actividad hoy la conocemos como hidroterapia.

Siguiendo el proceso de nuestra evolución y crecimiento aparecen nuestras hermanas menores las plantas, con ellas también tenemos nuestra propia relación:

Plantas Sagradas y Plantas Medicinales, plantas calientes y plantas frías, porque en la madre naturaleza todo es equilibrio y al romperse ese equilibrio debemos ver la causa que originó esa ruptura en el runa para aprovechar la energía de compensación.

Por eso es que no a todos puede hacer bien una misma planta, a cada uno se le da su respectiva atención.

Nuestros hermanos los animales también entran en el proceso de cura pero eso será materia  de más adelante.

Quiero ahora centrarme en la relación: tierra, agua, plantas, su función y relación con nuestro ser.

Así diremos que nuestras hermanas plantas siempre se están nutriendo de las energías que les proporcionan los otros elementos que están ligados a nuestra Madre tierra: agua, aire, tierra y fuego.

Las plantas son las encargadas de pasar, de trasladar a nuestros cuerpos los  fitoquimicos: químicos individuales, los oxidantes: lípidos, ácidos grasos, hidrocarburos, terpenos, productos insaturados, poli acetilos, y compuestos aromáticos; moléculas hidrofilias, azúcares; sales: alcaloides, amino ácidos y nucleótidos, proteínas, lecitinas, y más cosas que pueden encontrar en los estudios que se hacen de las plantas actualmente, para su lectura puedo sugerir, “plantas medicinales y su salud” plsmeddrherbie.blogspot.com”

Todos estos elementos mencionados son trasladados junto con los almidones, azúcares, beta carotenos, vitaminas, etc. Son llevados a nuestro mundo interior a través de la boca donde empieza el proceso de digestión, para transmitirnos todo su potencial de movilidad, con toda su transparencia y serenidad, razón por lo cual para aprovechar de estos beneficios de la alimentación nuestras comidas tienen que realizarse en ambiente de suma tranquilidad y con conciencia del acto que estamos realizando.

Sin ruidos ni interferencias, peor aún con discusiones, en estos tiempos de modernidad no deberíamos tener el celular a mano mientras nos alimentamos, en ese momento sagrado de alimentación aprovechamos al máximo la capacidad de fecundación de nuestros alimentos que van generando en nuestras células, tejidos, órganos y sistemas, dándonos ese potencial de biosis es decir de ser capaces de alimentarnos y de curarnos al mismo tiempo, para equilibrar nuestra existencia, mantener nuestro equilibrio, para realizar de mejor manera el trabajo de nuestro Gran Pacha Kamak, Dios Padre, Dios Creador, Dios Cuidador, en fin una infinidad de nombres, pero es el mismo que nos transmite su vida y nos alimenta, nos da su “vida y vida en abundancia” Juan 10,10.

Es la capacidad de biosis la que nos abre la capacidad de apetito que nos sirve para cuidar y sustentar nuestro cuerpo y el de los demás, por esta razón en nuestros pueblos no se conoce la palabra pobreza, pues sinónimo de carencia, y nuestra Madre tierra nos da para todos.

Por eso que hoy no nos sentimos saciados, pues alrededor de nosotros vemos mucha gente que no tiene como llevar un pan digno a la mesa, mientras que otros arrojamos nuestra comida a la basura, porque preparamos en demasía y no compartimos con los demás.

Para nosotros siempre existía el compartir, poco a poco las nuevas generaciones vamos olvidando nuestros orígenes.

Esa sensación de vacío, es porque no podemos sentir nuestro apetito saciado si hubiera un hombre, un hermano sin su alimento básico, si un ser humano no tiene que comer ni que vestir, pasa hambre o frio, la biosis no se realizará ni se manifestará.

Si mi capacidad de fecundación no está en todo lo que hago, si no está al servicio de los demás, de los otros, no puede realizarse en mí, pues hay la ley universal que es “dar y recibir”.

Nuestra Madre Tierra, es generadora de vida, es madre generosa, nos presta su suelo, para que hagamos nuestra vivienda, para que edifiquemos nuestra casa, para que plantemos, sembremos, cosechemos y compartamos, y al final de nuestra existencia cuando hayamos cumplido nuestra misión abrirá sus brazos generosos y nos acogerá en su seno.

Desde el mes de mayo estoy acompañando una propuesta de vida, en el Instituto Ecuménico Popular L’amigo, en Penha, Santa Catarina en el Brasil, he sido testigo de que cuando a la madre tierra se le reverencia, se la ama, se la cuida, ella nos retribuye con generosidad.

Así en el mes de mayo recogimos en minga las ramas caídas y las hojas de la montaña, acrecentamos la compostera, intercambiando experiencias, con este abono preparado acrecentamos en los canteros, aflojamos la tierra con nuestras manos, y sembramos, lechugas varias variedades, coles, cebollín, remolachas, coliflor, rúcula, perejil, brócolis etc.

Ha pasado el tiempo y la madre tierra nos ha sustentado en las intensivas de julio y septiembre, así como la de septiembre y lo hará en la de octubre con toda seguridad, hemos comido sanamente sin necesidad de químicos ni de pesticidas, de gran tamaño, excelente color y sabor.

Así la madre tierra está cumpliendo su ciclo.

Esa combinación de fecundación, biosis y apetito se transformó en la fuerza de atracción que nos lleva a reflexionar sobre el valor de la vida, la necesidad de compartir la alegría de vivir, alegría que se hace carne y sustento en cada uno de nosotros, en cada una de nuestras comidas, atracción que nos convida a entrar dentro de nosotros.
Sumergirnos en nuestro pasado, nuestro cuerpo, recuerdan el primer párrafo de este escrito? Para encontrar la razón de nuestros problemas, que son las sombras de lo que ha de venir.

Atracción que nos lleva a esa capacidad de ludicidad, a ese movimiento sutil que une nuestro pasado y presente, siendo el sonido y el movimiento nuestro presente, que nuestro Buen Padre nos regala cada día, así como “la lluvia cae gota a gota y no vuelve al cielo “…Isaías, sin haber saciado al suelo y a la semilla, sino ha producido vida.

“Si el grano de trigo no muere, no puede dar fruto”…

Esa atracción funcionó estos días en nosotros para ser testigos de la verdad… de que todo lo podemos en aquel que nos conforta…

La alegría vino a nosotros y nosotros no la reconocimos, podría parafrasear con el apóstol Juan, 1.

La alegría está presente ahí en el agua, en la lluvia, en las nubes, en el día claro de sol, como en el oscuro que amenaza tormenta, en el viento, en el frio y en el calor.

La alegría está siempre presente y va junto a nosotros, ella no nos deja, nos cuida y nos protege.

De todo esta primera parte podemos decir que la fecundidad, la biosis, el apetito, la atracción están movidas por la alegría que mana de nuestra Madre Tierra, y si nosotros somos semejantes a ella y semejantes a Dios debemos ser alegres, como es el mandato de Jesús Mateo 5.

Este encuentro de septiembre marca el fin de una etapa en mi vida y el inicio de otra que me abre hacia la plenitud de los tiempos.

“Gracias a la vida que me ha dado tanto…” decía la cantautora Mercedes Sosa, así lo digo también, feliz 25 años mi querido Iep L’amigo.
Penha 9 de septiembre del 2016.

José Alberto Garcés Escobar
TERAPEUTA ANDINO







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