Algunas reflexiones producto del
encuentro del 2 al 10 de septiembre del 2016
COSMOVISIÓN CRÍSTICA EN LA ÓPTICA DE
LA COSMOVISIÓN ANDINA
El ser
humano es la integración del Universo, es el reflejo de Dios, es la presencia
de Dios en el Planeta. Gen, 3.
El Universo
dentro de la Cosmovisión Andina, esta interligado por los tres mundos:
Hanan Pacha:
Vibración, mundo de arriba, futuro, lo que acontecerá.
Kay pacha,
presente, sonido y movimiento.
Uku Pacha,
pasado, cuerpo físico.
Pacha Kamak,
Dios Padre, Dios cuidador, Dios que acontece, es el que es.
Pacha Mama,
Madre Naturaleza la cual esta interligada por cuatro elementos:
Allpa:
Tierra; Wayra, Aire; Yaku, agua; Nina, fuego.
RUNA: Ser
humano, hombre – mujer; kary –warmy.
Tanto la
Pacha Mama como el Runa son iguales, 30 % de minerales y 70 % de agua; es decir tienen la misma
composición.
Como es
arriba es abajo es una ley universal.
Los
científicos actuales dicen que la tierra está constituida de 70 % de agua y 30%
de minerales parte sólida; y el cuerpo humano también tiene la misma relación.
Aquí viene
la primera reflexión nosotros amamos a nuestra Pacha Mama, la reverenciamos
porque todo en ella tiene vida, es esta parte que el mundo occidental no
comprende y esa falta de entendimiento nos está llevando al caos y a la
destrucción.
En la
Cosmovisión Andina, decimos que la Pacha Mama tiene vida y puede generar vida;
para nosotros la tierra, allpa, es la energía más antigua en la historia
evolutiva de la tierra, porque es la energía que se asumió en millones de años
luego de ser masa incandescente Nina, fuego, esta forma de energía llega hoy y
siempre a nuestras manos como forma de curación, de sanación, de
energetización, para ello según las regiones toma distintos nombres terapia de:
barro, arcilla, lodo, limo, chocoto, etc.
Esta forma
de energetización la hacemos en el ser humano, en los animales y en las
plantas.
A lo largo
de nuestra historia hemos tenido esta práctica desde los abuelos, de los
abuelos de nuestros antepasados y que se ha pasado de generación en generación
para curar las diferentes enfermedades o pérdidas de energía que hayamos
tenido, sirve para curar, sanar, para aplicar en nuestro ser y al recibir los
efectos en nuestro ser, recibir esa energía, es decir el don de la salud y
pasar esa enseñanza a las nuevas generaciones se transforma en sabiduría.
Luego viene
la cura con el Yaku, agua:
Warmy Yaku
la traducción sería agua con energía femenina, agua caliente.
Kary Yaku
agua con energía masculina, agua fría.
A lo largo y
ancho de muestra madre tierra tenemos las diferentes fuentes de aguas que las
conocemos ahora con el nombre de fuentes termales, que los científicos las han
analizado y han descrito su composición químico – física, han realizados el
estudio y análisis de la composición química, y nos han descrito sus
propiedades curativas, que ya nosotros siglos antes las conocíamos y sabíamos
para que se debía usar y como se debía usar, a esta actividad hoy la conocemos
como hidroterapia.
Siguiendo el
proceso de nuestra evolución y crecimiento aparecen nuestras hermanas menores
las plantas, con ellas también tenemos nuestra propia relación:
Plantas
Sagradas y Plantas Medicinales, plantas calientes y plantas frías, porque en la
madre naturaleza todo es equilibrio y al romperse ese equilibrio debemos ver la
causa que originó esa ruptura en el runa para aprovechar la energía de
compensación.
Por eso es
que no a todos puede hacer bien una misma planta, a cada uno se le da su
respectiva atención.
Nuestros
hermanos los animales también entran en el proceso de cura pero eso será
materia de más adelante.
Quiero ahora
centrarme en la relación: tierra, agua, plantas, su función y relación con
nuestro ser.
Así diremos
que nuestras hermanas plantas siempre se están nutriendo de las energías que
les proporcionan los otros elementos que están ligados a nuestra Madre tierra:
agua, aire, tierra y fuego.
Las plantas
son las encargadas de pasar, de trasladar a nuestros cuerpos los fitoquimicos: químicos individuales, los
oxidantes: lípidos, ácidos grasos, hidrocarburos, terpenos, productos
insaturados, poli acetilos, y compuestos aromáticos; moléculas hidrofilias,
azúcares; sales: alcaloides, amino ácidos y nucleótidos, proteínas, lecitinas,
y más cosas que pueden encontrar en los estudios que se hacen de las plantas
actualmente, para su lectura puedo sugerir, “plantas medicinales y su salud”
plsmeddrherbie.blogspot.com”
Todos estos
elementos mencionados son trasladados junto con los almidones, azúcares, beta
carotenos, vitaminas, etc. Son llevados a nuestro mundo interior a través de la
boca donde empieza el proceso de digestión, para transmitirnos todo su
potencial de movilidad, con toda su transparencia y serenidad, razón por lo
cual para aprovechar de estos beneficios de la alimentación nuestras comidas
tienen que realizarse en ambiente de suma tranquilidad y con conciencia del
acto que estamos realizando.
Sin ruidos
ni interferencias, peor aún con discusiones, en estos tiempos de modernidad no
deberíamos tener el celular a mano mientras nos alimentamos, en ese momento
sagrado de alimentación aprovechamos al máximo la capacidad de fecundación de
nuestros alimentos que van generando en nuestras células, tejidos, órganos y
sistemas, dándonos ese potencial de biosis es decir de ser capaces de
alimentarnos y de curarnos al mismo tiempo, para equilibrar nuestra existencia,
mantener nuestro equilibrio, para realizar de mejor manera el trabajo de
nuestro Gran Pacha Kamak, Dios Padre, Dios Creador, Dios Cuidador, en fin una
infinidad de nombres, pero es el mismo que nos transmite su vida y nos alimenta,
nos da su “vida y vida en abundancia” Juan 10,10.
Es la
capacidad de biosis la que nos abre la capacidad de apetito que nos sirve para
cuidar y sustentar nuestro cuerpo y el de los demás, por esta razón en nuestros
pueblos no se conoce la palabra pobreza, pues sinónimo de carencia, y nuestra
Madre tierra nos da para todos.
Por eso que
hoy no nos sentimos saciados, pues alrededor de nosotros vemos mucha gente que
no tiene como llevar un pan digno a la mesa, mientras que otros arrojamos
nuestra comida a la basura, porque preparamos en demasía y no compartimos con
los demás.
Para
nosotros siempre existía el compartir, poco a poco las nuevas generaciones
vamos olvidando nuestros orígenes.
Esa
sensación de vacío, es porque no podemos sentir nuestro apetito saciado si
hubiera un hombre, un hermano sin su alimento básico, si un ser humano no tiene
que comer ni que vestir, pasa hambre o frio, la biosis no se realizará ni se
manifestará.
Si mi
capacidad de fecundación no está en todo lo que hago, si no está al servicio de
los demás, de los otros, no puede realizarse en mí, pues hay la ley universal
que es “dar y recibir”.
Nuestra Madre
Tierra, es generadora de vida, es madre generosa, nos presta su suelo, para que
hagamos nuestra vivienda, para que edifiquemos nuestra casa, para que plantemos,
sembremos, cosechemos y compartamos, y al final de nuestra existencia cuando
hayamos cumplido nuestra misión abrirá sus brazos generosos y nos acogerá en su
seno.
Desde el mes
de mayo estoy acompañando una propuesta de vida, en el Instituto Ecuménico
Popular L’amigo, en Penha, Santa Catarina en el Brasil, he sido testigo de que
cuando a la madre tierra se le reverencia, se la ama, se la cuida, ella nos
retribuye con generosidad.
Así en el
mes de mayo recogimos en minga las ramas caídas y las hojas de la montaña,
acrecentamos la compostera, intercambiando experiencias, con este abono
preparado acrecentamos en los canteros, aflojamos la tierra con nuestras manos,
y sembramos, lechugas varias variedades, coles, cebollín, remolachas, coliflor,
rúcula, perejil, brócolis etc.
Ha pasado el
tiempo y la madre tierra nos ha sustentado en las intensivas de julio y
septiembre, así como la de septiembre y lo hará en la de octubre con toda
seguridad, hemos comido sanamente sin necesidad de químicos ni de pesticidas,
de gran tamaño, excelente color y sabor.
Así la madre
tierra está cumpliendo su ciclo.
Esa combinación
de fecundación, biosis y apetito se transformó en la fuerza de atracción que
nos lleva a reflexionar sobre el valor de la vida, la necesidad de compartir la
alegría de vivir, alegría que se hace carne y sustento en cada uno de nosotros,
en cada una de nuestras comidas, atracción que nos convida a entrar dentro de
nosotros.
Sumergirnos
en nuestro pasado, nuestro cuerpo, recuerdan el primer párrafo de este escrito?
Para encontrar la razón de nuestros problemas, que son las sombras de lo que ha
de venir.
Atracción
que nos lleva a esa capacidad de ludicidad, a ese movimiento sutil que une
nuestro pasado y presente, siendo el sonido y el movimiento nuestro presente,
que nuestro Buen Padre nos regala cada día, así como “la lluvia cae gota a gota
y no vuelve al cielo “…Isaías, sin haber saciado al suelo y a la semilla, sino
ha producido vida.
“Si el grano
de trigo no muere, no puede dar fruto”…
Esa
atracción funcionó estos días en nosotros para ser testigos de la verdad… de
que todo lo podemos en aquel que nos conforta…
La alegría
vino a nosotros y nosotros no la reconocimos, podría parafrasear con el apóstol
Juan, 1.
La alegría
está presente ahí en el agua, en la lluvia, en las nubes, en el día claro de
sol, como en el oscuro que amenaza tormenta, en el viento, en el frio y en el
calor.
La alegría
está siempre presente y va junto a nosotros, ella no nos deja, nos cuida y nos
protege.
De todo esta
primera parte podemos decir que la fecundidad, la biosis, el apetito, la
atracción están movidas por la alegría que mana de nuestra Madre Tierra, y si
nosotros somos semejantes a ella y semejantes a Dios debemos ser alegres, como
es el mandato de Jesús Mateo 5.
Este
encuentro de septiembre marca el fin de una etapa en mi vida y el inicio de
otra que me abre hacia la plenitud de los tiempos.
“Gracias a
la vida que me ha dado tanto…” decía la cantautora Mercedes Sosa, así lo digo
también, feliz 25 años mi querido Iep L’amigo.
Penha 9 de
septiembre del 2016.
José Alberto
Garcés Escobar
TERAPEUTA
ANDINO
No hay comentarios:
Publicar un comentario