La tierra es apenas uno de sus estantes y
nosotros somos los libros colocados en ella. De la misma forma que las personas
compran libros apenas por la belleza de su pasta, sin mirar el índice y el
contenido del mismo, de la misma manera evaluamos a los demás por su apariencia externa, por la
capa física sin considerar la parte interna.
Otros buscamos libros con títulos
rimbombantes, sensacionalistas, historias de terror o romances profundos,
también así buscamos las personas, las hay
aquellas que buscan sensacionalismo barato, vivir dramas ajenos, o apenas
un romance fingido.
Somos los hombres y mujeres libros leyendo
unos a otros, podemos quedarnos solo en la portada o profundizar nuestra lectura hasta llegar a
las páginas vivas del corazón.
La portada puede ser interesante pero no es
el contenido en el que brilla el contenido del texto.
El cuerpo puede tener una bella carátula,
pero es el espíritu que da brillo a los ojos que es el espejo del alma.
También podemos leer en las páginas
experienciales de la vida muchos textos de sabiduría, todo depende de lo que
estemos buscando en el estante. Hoy mismo me he dedicado a la lectura en los
hombres y mujeres de mi patria Adultos Mayores, que se hallan desamparados de
la seguridad social y de los elementales derechos que no son atendidos, que
llenos de sabiduría cuestas llevan es allí que en cada hombre y mujer encuentro
un libro, un texto espiritual escrito en las líneas de su cuerpo de su vivencia
diaria, de su experiencia no compartida por el olvido de sus hijos y de sus nietos,
cuanta riqueza encuentro en ellos, escrito en las líneas de su vida.
Dios colocó una enseñanza divina allí, en
las páginas del corazón, pero descubro que solo quien lee en lo interior, puede
descubrir ese cúmulo de experiencias y sabiduría.
Es necesario que aprendamos a vencer la
ilusión de la portada y se adentra en las páginas íntimas de ese alguien
descubre el real valor, humano y espiritual.
Espero y aspiro que pronto podamos ser
lectores conscientes, que no nos quedemos solo en la cáscara que deslumbra, en
lo que brilla por fuera y nos distorsiona la realidad, sino miremos a nuestro
alrededor, bellas carreteras, algunas buenas escuelas, pero no hay humanidad,
no somos lectores conscientes; que en las páginas de nuestros corazones podamos
leer una historia de amor profundo, que en nuestros espíritus podamos leer una
historia inmortal.
Podemos ver en cada hombre libro un texto
espiritual y que siendo hombres libros, podamos ser una lectura interesante y
creativa para los demás, que encontremos en varios estantes de esta inmensa
librería del universo.
La pasta sostiene y las hojas pueden ser
arrancadas, pero nadie sostiene ni arranca las ideas y los sentimientos de una conciencia
inmortal.
Lo que estuvo bien escrito a lo largo y ancho de tu vida, podrá ser
escrito más adelante en una próxima existencia o más a allá, pero si te digo
que con toda certeza será publicada, por la editora de la vida, en el estante
terrestre…. O en cualquier estante por ahí.
Hasta pronto.
Sin nuestras Vidas son una caja llena de lindas sorpresas x lo cual debemos cuidarla y protejerla.
ResponderEliminar